Siempre nos quedará París.
SEAS QUIEN SEAS EL DESTINO TE ENCONTRARÁ...
domingo, 24 de junio de 2012
Juntas!
A veces no hace falta hablar, ni siquiera mirarse…basta con darse la mano y sentirlo. Sentir que por muy difícil que sea la situación, por muchos errores que hayas cometido, tu amiga es capaz de cogerte la mano y alegrarse por ti como ninguna otra persona de este mundo. Y puede que nunca sepas lo que es la amistad, hasta que no experimentes esa sensación, porque todos somos muy amigos en los buenos momentos, de fiesta, de risas…pero los verdaderos, los que se cuentan con los dedos de la mano, los que son tesoros, son los que están ahí a pesar de todo. Gracias amiga. (S)
miércoles, 16 de mayo de 2012
La felicidad es nuestra!
Y es que hay días que te comerías el mundo. Y da igual si hace frío o calor, si llueve o nieva, si has dormido ocho horas o cuatro, si tienes mil cosas que hacer o ninguna… tienes ganas de sonreír y lo haces, y vives como si no hubiese mañana. Felicidad extrema. Hay personas que te ayudan a mantener ese estado, a disfrutar de la vida. No son siempre las mismas, aunque por suerte, algunas nunca fallan. A veces llega alguien y te sorprende, pero al fin y al cabo el único responsable de esa felicidad eres tú. Hace pocos días me regalaron un secreto. ¿Sabes? Existe una ley, la ley de la atracción, tan poderosa como la ley de la gravedad. Esta ley consiste en que nuestros sentimientos atraen a sentimientos similares, igual que imanes. Imanes. Como me gusta esa palabra. Pues bien, según esta ley, aquello en lo que más piensas o te enfocas es lo que se manifestará en tu vida, pues tu mismo lo estás atrayendo. Puede que ya hayas experimentado esta ley o puede que no te la creas. ¿Por qué entonces existen tantas desgracias? Te preguntarás. La respuesta es sencilla: La mayoría de las personas piensan en lo que no quieren, esa es la única razón por la que no obtienen lo que quieren. (S)
miércoles, 14 de marzo de 2012
Me agarré a la inspiración que dejó nuestro demonios.
“Al final nos vamos solos a la tumba, hay que saber estar solo, hay que saber disfrutar de estar solo (…)también hay que saber disfrutar de la soledad, que es una asignatura pendiente que tenemos muchos, y que es una cosa que hay que trabajar y que yo tengo bastante obsesión con eso no? Y aquel tipo me dijo: al final nos vamos solos a la tumba porque no existen tumbas de dos. Y yo me quedé así como pillao´con la frase, y cuando me fui le dije: me voy a quedar con una frase que me ha dicho usted, si no le importa la voy a utilizar para una canción. Y ese es el estribillo de la canción, que yo creo que dice una verdad como un castillo: …
http://www.youtube.com/watch?v=TD5uCDbsT3M
…Porque no existen tumbas de dos, porque el adiós se siente en vena, amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena, y así nunca nos salen las cuentas. Me gustaba cerrarlo así, me pareció precioso. Por qué no existen tumbas de dos¿? Y luego decir una verdad, que es esa piedra con la que yo personalmente tropiezo continuamente que es eso de: amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena, y así no nos salen las cuentas. Así nunca nos va a salir bien, pero siempre te vuelve a ocurrir, uno siempre quiere lo de al lado y luego te das cuenta que… ey! Afloja. También está bien disfrutar de lo que uno tiene.” Leiva
http://www.youtube.com/watch?v=TD5uCDbsT3M
…Porque no existen tumbas de dos, porque el adiós se siente en vena, amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena, y así nunca nos salen las cuentas. Me gustaba cerrarlo así, me pareció precioso. Por qué no existen tumbas de dos¿? Y luego decir una verdad, que es esa piedra con la que yo personalmente tropiezo continuamente que es eso de: amamos lo que perdimos, queremos lo que envenena, y así no nos salen las cuentas. Así nunca nos va a salir bien, pero siempre te vuelve a ocurrir, uno siempre quiere lo de al lado y luego te das cuenta que… ey! Afloja. También está bien disfrutar de lo que uno tiene.” Leiva
domingo, 5 de febrero de 2012
Ojalá encuentres a alguien que te cuide y que te quiera, y si ese alguien tengo que ser yo, solo el tiempo lo dirá.
Ella se acostaba todos los días con la esperanza de que cuando se despertara hubiera pasado el tiempo de golpe y él estuviera allí, a su lado. Pero cuando despertaba sólo estaba ella, aunque por momentos podía saborear el dulce placer de tenerle, en sus sueños. Así pasaron días, meses… su vida. Aprendió a vivir con esa rutina de echarle de menos cada noche y aprendió a callar sus sentimientos porque era lo mejor para todos, o casi todos. Siguió sonriendo, porque él siempre seguía formando parte de su vida, por alguna extraña razón, ella también era importante para él. Consiguió calmar sus sentimientos, aunque nunca olvidarlos. Encontró un nuevo amor que acabó invadiendo sus sueños y no sólo eso, también estaba a su lado cuando despertaba. Tuvo una niña preciosa. Luna. Era feliz. Pero por suerte o por desgracia, los sueños no se pueden controlar y a veces él se colaba en alguno, como aquellas noches de incendio. Esa noche había soñado con el, se acordó de sus palabras, miró al padre de su hija. Él tenía razón, algún día se reiría recordando todo y se extrañaría de lo que vio en el. No, en eso no tenía razón. Siempre supo por qué se fijó en el. Aquella noche se acostó preguntándose si él se habría arrepentido de dejarla escapar. Nunca lo sabría o sí, quien sabe. Si dos personas tienen que estar juntas, el destino las acabará uniendo, antes o después. Pero ahora que él podía, ella ya no estaba. Ley de vida. Él se acordó de sus palabras. Ojalá hubiera sido tan fácil como poder cambiar las leyes de vida aquel día, cuando eran unos niños. Pero nadie dijo que la vida fuera fácil, solo dijeron que merecería la pena vivirla. Y así fue. Mereció la pena haberse conocido. (S)
lunes, 16 de enero de 2012
Hielo y fuego.
Igual se enamoró de la persona que creía que era, y no de la que era en realidad. Igual. Hielo y fuego. Igual él tenía razón. Nunca el fuego podría encontrar su lugar al lado del hielo. Aunque para ella, sólo ésa era la combinación perfecta para obtener agua y nunca morir de sed. Pero igual, sólo pasaría frío a su lado. Sin embargo, más frío pasaba sin él. Los hechos hablan más que las palabras, y el hecho era que cuando callaban durante dos días parecía que habían pasado semanas y, el fuego, sin la presencia del hielo, se iba apagando poco a poco pues ya no tenía ningún motivo para existir. Afortunadamente, nunca se apagaba del todo y siempre quedaban cenizas de las cuales resurgir. Era difícil pero igual que su cerebro tenía la asombrosa capacidad de convertir una pequeñísima idea en una gran historia, también tenía la capacidad para invertirla, aunque ésta costara el doble, porque reducir el 90% de sus pensamientos a la nada era tan duro como sobrevivir sin él. A veces lo conseguía, pero otras veces era inútil, sus fuerzas fallaban y se desvelaba en busca de una luz roja.(S)
martes, 3 de enero de 2012
Aprende a sonreír, aunque quieras llorar.
Ni un año juntos, ni un mes, ni un día, ni una hora, ni un minuto, ni un segundo, ni un beso, nada. Pero ahora que te has ido esta sensación de vacío llega hasta el último rincón de mi cuerpo y noto un nudo en el estómago, que ya no puede ser por la resaca. Y me acuerdo del principio de esta historia, esta historia que empezó sin querer, sin buscarlo, como por arte de magia, como tiene que ser, y aún sabiendo que no podía acabar de otra forma, algo hacía que no pudiera alejarme de ti. Imanes. Cada día peor y mejor, locura todo el tiempo. Contradicciones en mi cabeza, la conciencia. Pero la esperanza es lo último que se pierde y como una ilusa mi esperanza crecía más y más. Hasta hoy que te has ido y te has llevado contigo mi esperanza y una parte de mi, ese trozo de corazón que conquistaste. Por eso duele tanto, porque aunque no hemos compartido nada, yo te lo regalé aquel día, cuando empecé a escuchar esa canción “Susususu”... Y sé que escuchar tus firmes palabras ahora es lo más duro, pero es lo mejor, porque yo ya no hubiera podido calmar lo que sentía y el final habría sido el mismo, pero más doloroso aún. Y sé que, aunque ahora esté a tres metros bajo tierra, hay cosas peores en esta vida, y el tiempo todo lo cura. Y sé que, aunque ahora no puedo evitar sentirme así, llorar siempre ha sido una señal de que estamos vivos, desde que nacemos y tú me has dado vida, así que algún día de estos, poco a poco, me levantaré y brillaré, porque no estoy sola, porque sé que te importo y porque todo pasa, y hay que aceptar que hay personas que no son para ti, aunque lo parezcan. No hay que esperar a que deje de llover, hay que aprender a bailar bajo la lluvia y mientras haya música bailaré con mis grandes amigas hasta el apagón. Y dentro de un tiempo, me reiré contigo de esto. Espero. Así que aprende a sonreír, aunque quieras llorar… porque la vida da muchas vueltas, te recompensará como te mereces, el destino está escrito y no hay momentos inoportunos para nada. Es verdad, puede que aquel día no fuera el mejor momento para que la chica del pantalón blanco se cruzara en tu camino, o para que tú te cruzaras en el suyo, pero así fue y me alegro… “Como si hubiéramos ganado por habernos conocido”.
Y sí, ya te estoy echando de menos. (S)
Y sí, ya te estoy echando de menos. (S)
lunes, 2 de enero de 2012
1 de noviembre de 2011...recuerdos!
Se apoyó en la barra y pidió una coca-cola. Ya había bebido demasiado alcohol esa noche, aunque no lo suficiente para confesar la verdad. Sabía que en el momento en que las palabras salieran de su boca y alguien pudiera escucharlas su sentimiento sería un poco más real y no quería. Tenía que aguantar porque así, todo sería más fácil, así no le complicaría la vida. Tenía tanto miedo de sentir lo que poco a poco iba sintiendo que prefirió seguir bebiendo su coca-cola. Unos acordes, que reconoció al instante, inundaron el bar. No lo pudo evitar, cerró los ojos y sonrío mientras escuchaba: “Con mis canciones p’aquí, con mis canciones p’allá pasa deprisa la vida…”. Sueño más despierto que dormido... (S)
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